|
Querida amiga,
Si hay algo de lo que estoy absolutamente segura, es de lo afortunada que soy al tenerte en mi vida. Cuando miro hacia atrás y repaso el tiempo que hemos pasado juntas, tanto en los buenos como en los malos momentos, me doy cuenta de lo invaluable que es nuestra amistad. Dicen que los amigos son la familia que elegimos, y cuánta razón hay en esas palabras. Hemos recorrido juntas 20 años, ni más ni menos.
¿Quién lo hubiera imaginado? Siempre tan distintas, con vidas completamente opuestas, pero siempre queriéndonos y respetándonos. Hemos desafiado la mala costumbre de solo apreciar a las personas cuando ya no están, cuando se han ido o les sucede algo malo. ¡Este no es nuestro caso! Siempre hemos expresado y demostrado lo que sentimos. Me duele en el alma verte sufrir, pero una vez escuché que Dios solo nos da lo que podemos soportar, y tú eres increíblemente fuerte, amiga mía.
Te admiro tanto... Eres un ser humano excepcional, lleno de luz y una mujer luchadora. Te admiro por tu fuerza, por quererme tal y como soy, sin juzgarme. Gracias por estar siempre ahí, por decirme cuando me equivoco, con ese respeto y dulzura que te caracterizan. Hoy quiero que sepas que siempre estaré aquí para lo que necesites. Si volviera a nacer, sin duda te elegiría nuevamente como amiga. Gracias por todo lo que aportas y das a mi vida. En mis triunfos y fracasos, siempre has estado ahí, incondicionalmente.
Por eso, hoy quiero regalarte un pedacito de mi Isla... de nuestra Isla. Un símbolo de nuestra amistad y de todos los momentos compartidos. Deseo de corazón que te guste, porque representa todo lo que significas para mí.
Con todo mi cariño,
Marian
Lunes 08 de Febrero 2021
|