La
mayoría de las personas conoce la trágica historia del Titanic, pero
pocos han oído hablar de Jenny, la gata que vivía en el barco y que,
probablemente, fue la única que sintió lo que se avecinaba.
Jenny
no era una gata cualquiera. Era la cazadora oficial de ratones del
Titanic, llevada a bordo para mantener bajo control la población de
roedores. Durante las pruebas de mar del barco, dio a luz a una camada
de gatitos y fue cuidada con cariño por un trabajador llamado Jim
Mulholland.
Jim
preparó un nido acogedor para ella y sus crías cerca de la cocina, al
calor de las calderas. Incluso compartía con ella restos de comida
durante sus descansos. Esa rutina silenciosa le daba una sensación de
calma en medio del caos de preparar el barco más lujoso de la historia
para su viaje inaugural.
Pero
ocurrió algo extraño.
Unos
días antes de que el Titanic zarpara de Southampton rumbo a Nueva York,
el comportamiento de Jenny cambió. Comenzó a mostrarse inquieta. Y
entonces —sin previo aviso— empezó a tomar a sus gatitos uno por uno,
sujetándolos suavemente por el cuello… y a sacarlos del barco.
Bajó
por la pasarela una y otra vez, hasta que todos sus gatitos estuvieron
a salvo en tierra firme.
Jim
se quedó mirando. Y en ese momento, algo hizo clic.
«Esta
gata sabe algo… algo que nosotros no sabemos».
Confiando
en su intuición —o quizás en la de ella—, Jim recogió sus cosas y se
bajó discretamente del barco. Nunca volvió a subir a bordo.
El
Titanic zarpó sin él.
Todos
sabemos lo que ocurrió después.
Años
más tarde, Jim, ya anciano, relató esta historia a un periodista.
Atribuyó a Jenny el haberle salvado la vida. Su instinto —antiguo,
silencioso e inquebrantable— pudo haber sido la única advertencia
verdadera que alguien recibió.
A
veces, los héroes no llevan uniforme. A veces, tienen pelaje, bigotes y
un corazón que simplemente… sabe.
Desconozco
su autor, Esta historia llego ayer mientras tenia Internet, debido al
apagón que sufrimos. Todos conocemos la historia del Titanic, pero
desconocemos muchas cosas sus trabajadores y pasajeros. La verdad que
me quede sin palabras al leerla, nuca pensé que en el Titanic hubiera
una gatita. Espero os guste
Marian
Martes 29 de Abril
del 2025
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